El origen faraónico del barniz

A lo largo de la historiade la humanidad, muchos pueblos de todo el mundo han ido descubriendo los barnicesy sus grandes beneficios. Varios estudios demuestran que nuestra civilización ha empleado el barniz de maneras muy diferentes, desde el uso funerario de los egipcios al de conservación de los muebles en el Congo, pasando por la protección de los barcos en la Antigua Grecia o el uso más artístico y refinado de Japón imperial.

¿Pero sabías que el origen del barniz se remonta al antiguo Egipto? Según descubrieron los historiadores, esta civilización utilizaba la resina naturalde los árboles para formar la base de los primeros barnicesde los que se han encontrado antecedentes. Los utilizaban en sus tumbas, concretamente para proteger y darle un acabado brillante a los sarcófagosde las momias. Hay que recordar que muchos de estos ataúdes eran construidos en madera para ser expuestos en mausoleos, templos o criptas visitables y, por tanto, solían estar elaborados, cortadosy adornadoscon mucho cuidado.

Incluso se cree que el origen del nombre ‘barniz’ proviene de la ciudad egipcia de Berenice, situada en el Mar Rojo. De ahí derivó en veronix, un término del latín que después se convirtió en Bernizy llegó a nuestro idioma como barniz.

Otros investigadores también han demostrado que en la antigua Grecia los marineros empleaban los barnices de una manera muy diferente, concretamente como protección para la madera de sus barcoscontra el poder corrosivo de las sales marinas del Mediterráneo.

 

 

En el continente asiático también se han encontrado antecedentes en países como India, China y Japón. En la cultura nipona, el arte de barnizar se remonta a medio milenio antes de Cristo cuando lo empleaban los artesanos del preciado lacado japonés. Los restos históricos en el territorio son numerosas a partir del siglo tercero, cuando usaban una técnica de origen coreano.

Debido a la gran cantidad de antecedentes encontrados en sus territorios, algunos historiadores apuntan que China e India conocían los barnices incluso mucho antes de que se utilizaran en el Imperio del Sol Naciente.

EnÁfrica fueron un poco más allá y algunas pruebas demuestran que, ya en el siglo XVI, las resinas de los abundantes árboles en las regiones pantanosas cercanas al Congoeran disueltas en aceite para producir un barniz que se aplicaba con el fin deembellecery proteger los muebles de madera.

Desde entonces, tanto la técnicacomo los materialeshan cambiado de manera espectacular. Existen barnices de origen natural, en general derivados de resinas y aceites esenciales de las plantas, pero también se descubrieron y fabricaron barnices sintéticos.

La evolución en el sector es constante, como constatan los expertos profesionales deEnvernissats Barcelona by Joan Font, todo un referente entre los especialistas en aplicación de barnices, lacas y acabados para la maderaque, desde hace años, utiliza productos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente, «porque amamos nuestro planeta y queremos conservarlo«, afirma su director Joan Font.

Eso sí, lo que no ha variado del barniz con el paso de los siglos es su función: conservar la madera y dotarle de una larga vida. Y en eso, nadie sabe más que Envernissats Barcelona by Joan Font, al dedicarse con auténtica pasión desde 1997 hasta convertirse en líderes en calidad/precio.