Al mal tiempo… buen cuidado de tu barco

Navegar es una actividad apasionante que cada año gana más aficionados. ¿A quién no le apasiona esa sensación de libertad que transmite navegar rumbo al horizonte, contemplando la puesta de sol y notando una suave brisa marina en la cara? Para disfrutar de ese placer durante mucho tiempo, es imprescindible realizar un buen mantenimiento de tu embarcación después del verano.

 

Con la llegada del frío, las lluvias y el mal tiempo, es momento de recoger velas y guardar el barco. Eso sí, antes debemos tener en cuenta varios consejos de mantenimiento para evitar encontrarnos desagradables sorpresas cuando el termómetro vuelva a subir y queramos salir a navegar de nuevo.

 

En invierno se recomienda reparar los posibles desperfectos causados durante los meses de mayor actividad náutica, no sólo por un tema estético, sino también por seguridad y para prevenir males mayores en el futuro. La carpintería y la ebanistería son áreas vitales si queremos conservar nuestro barco en las mejores condiciones.

 

El primer paso para guardar cualquier barco o yate es la varada anual, es decir, retirarlo del agua para situarlo en tierra firme. Se trata de una maniobra delicada que debe ejecutarse de forma profesional, para evitar disgustos y poder así realizar una eficaz limpieza en seco.

 

Una vez fuera del agua, se aconseja llevar a cabo un repintado del casco. La utilización de materiales adecuados evitará que en el futuro se adhieran tanto la vegetación como ciertos moluscos. Con anterioridad al repintado del casco es recomendable hacer una limpieza a fondo de toda la estructura de madera y retirar la pintura antigua del armazón.

 

Sería un grave error olvidarse de la cubierta que, en definitiva, es la zona donde más tiempo se suele pasar. Ésta suele ser de madera de teca, material que requiere un tratamiento específico, a base de sustancias especiales que permiten prolongar su vida.

 

También es el mejor momento para reparar cualquier tablón suelto, agrietado o incluso roto. Hay que ser muy meticulosos para tapar cualquier grieta o agujero, por donde podría filtrarse el agua y generar problemas debajo de la cubierta.

 

No hay que pasar por alto revisar bien las velas, el aparejo y todos sus accesorios, para detectar y reparar posibles desperfectos. Igualmente, es obligado hacer una puesta a punto al motor y lavarlo con agua dulce para eliminar la sal acumulada durante la temporada de navegación.

 

 

En el interior, se debe proteger el mobiliario que está expuesto a humedades y condiciones ambientales muy variables, por lo que los materiales empleados y la calidad de sus barnices son vitales. Es cuando cobra una mayor importancia la figura del experto en carpintería náutica, como Envernissats Barcelona by Joan Font.

 

En caso de utilizar fundas, hay que asegurarse que sean transpirables, porque de lo contrario afectarían negativamente a la madera. Si no hay ventilación, al cabo del tiempo pueden aparecer serios y desagradables problemas en forma de malos olores, moho e incluso maderas podridas.

 

En definitiva, un proceso delicado y laborioso que aconsejamos dejarlo en manos de profesionales como Envernissats Barcelona by Joan Font, auténticos especialistas en el tratamiento y la conservación de la madera interior y exterior de todo tipo de embarcaciones.

 

«Nuestros profesionales saben aplicar el barniz náutico apropiado en cada caso para conseguir unos resultados espectaculares. Si es necesario, también recogemos el barco y lo trasladamos a nuestras instalaciones para realizar los trabajos de restauración en las mejores condiciones«, explica Joan Font.

 

Una profesionalidad que permite a Envernissats Barcelona by Joan Font trabajar tanto para particulares como para grandes empresas navales de reparación.